Roberto Salomón sobre Jorge Ávalos


Jorge Avalos es hoy uno de los mejores dramaturgos latinoamericanos.

Roberto Salomón, el director artístico del Teatro Luis Poma, y uno de los artistas de la escena más prolíficos en la historia de El Salvador, recibió este año el Premio Nacional de Cultura por una trayectoria de 50 años como creador de instituciones y tradiciones teatrales en el país. En ese marco, el periódico digital salvadoreño El Faro le realizó esta entrevista, en la que Salomón hizo un comentario positivo sobre la obra del escritor Jorge Ávalos como dramaturgo. Pero debido a una confusión generada por el uso que el periódico hizo de la palabra decepción, Salomón escribió una aclaración a la entrevista en la que despejó malentendidos y reafirmó una vez más lo que cree acerca de la dramaturgia de Ávalos. A continuación cito sus comentarios, en los párrafos en los que fueron incluidos para dar contexto. Concluyo con una cita proveniente del drama de Ávalos Ángel de la Guarda, que usó Salomón en su discurso de recepción del Premio Nacional de Cultura, y que también fue publicado en El Faro.


1. Entrevista en El Faro

12 de octubre de 2014

El Teatro Luis Poma entrega los premios Ovación. De todos los ganadores que han pasado por aquí, ¿hubo alguno que lo haya decepcionado?
¡Claro que sí! ¡Todos! Jorge Ávalos escribió una obra estupenda que no se ha seguido presentando. Esa es la decepción. En Eunice Payés la fusión entre teatro y danza no se dio, pero ella creció a raíz de ese espectáculo e hizo uno de los mejores trabajos que he visto en los últimos 10 años: Anafilaxis. Para mí todo esto es la prueba de que el Premio Ovación sirve para más tarde en el desarrollo de la vida del artista. El espectáculo de Alejandra Nolasco no fue la gran cosa, pero yo creo que ahí Alejandra se equivocó con el director que escogió (Enrique Valencia). Hay una cosa que es muy importante para mí y es que yo no solo presento cosas que me gustan. Hay teatro de cierta gente que no me gusta. Hay ciertas obras que no me gustan, pero yo estoy aquí [en el Teatro Poma] para defender el derecho de cada uno con lo que quiera hacer. A mí me encanta la dramaturgia de Jorge Ávalos y de Jorgelina Cerritos, pero tengo menos sensibilidad a la escritura de Enrique Valencia y Santiago Nogales, pero igual, los presento acá.

Roberto Salomón, Premio Nacional de Cultura 2014:
María Luz Nóchez y Tomás Andreu, El Faro, publicado el 12 de octubre de 2014


2. Aclaración de Roberto Salomón

21 de octubre de 2014

Siento que la frase "¡Todos me han decepcionado!", citada dos veces, no refleja mi verdadero pensar. En relación a nuestro país, soy un eterno optimista, creo mucho en el trabajo que muchos jóvenes, a pesar del marasmo del ambiente, están realizando por su cuenta en muchísimas áreas. Esa frase, fuera del contexto en que la dije, es algo que definitivamente no se puede aplicar ni a mí ni a mi trabajo ni a mis actitudes, ni a mi política.

Con relación al Premio Ovación, otorgado cada año por Fundación Poma a un proyecto por desarrollarse, mantengo que su importancia radica en el formidable desarrollo posterior de los ganadores y no solamente en el resultado del proyecto ganador. La manera como aparece formulada la pregunta en la entrevista puede dar a suponer que es el premio lo que me decepciona, y no es así. No me decepcionan ni el premio, ni los ganadores. Jorge Avalos es hoy uno de los mejores dramaturgos latinoamericanos; Eunice Payés, una directora de teatro capaz de grandes logros; Alejandra Nolasco está ganando premios literarios en el área centroamericana; Catalina del Cid ha pasado de ser, no solo un artista visual sino también una conceptora de proyectos teatrales. Todo esto quizá no sucedería sin el Premio Ovación.

Podré estar triste, colérico, furioso e indignado por el trato de la sociedad hacia el artista, por la falta de visión y voluntad política del Estado, eso sí; pero, decepcionado, ¡jamás!

Roberto Salomón, El Faro, publicado el 21 de octubre de 2014


3. Discurso de Roberto Salomón

5 de noviembre de 2014

No podemos seguir concibiendo la educación artística como una materia opcional del currículo. Es de importancia capital que la educación estética y artística se instituyan desde parvularia, luego en primaria y a través de todo el bachillerato. La enseñanza artística no pretende formar artistas, pero sí forjar ciudadanos que, en cualquier profesión que desempeñen sean más creativos, imaginativos, inteligentes, sensibles, éticos y solidarios.

Nuestro dramaturgo Jorge Ávalos escribe en su obra teatral “Ángel de la Guarda”: “Hubo un tiempo cuando creer era una disposición del espíritu. Había que iluminar lo desconocido, señalar el pájaro raro y aprender su nombre. El mundo estaba incompleto y sólo la fe en la palabra podía completarlo. Había que vivir con la certidumbre de que cada nombre nuevo, cada explicación recibida y cada definición aprendida eran las correctas.” Nacemos con una mente dispuesta a absorber todo lo que nos rodea. Tanto lo bueno como lo malo. Tanto la mentira como la verdad. Tanto la violencia como la paz.

La educación estética, artística, cultural o como se le quiera llamar, es la clave.

Roberto Salomón, El Faro, publicado el 3 de noviembre de 2014


* La fotografía es de Mauro Arias. Es la misma que se utilizó para ilustrar la entrevista de El Faro a Roberto Salomón.